Vesta es como la Tierra: debajo de ambas está el fuego perenne:
La Tierra y el fuego son símbolos de la propia morada.
Por Vesta no entiendas otra cosa que la viva llama
Ve que de la llama jamás un cuerpo ha nacido.
Mas es el fuego el que anima al cuerpo,
pasión y voluntad que del cuerpo nacen;
mas es el fuego que da calor
al crisol de vida en que la tierra se convierte
cuando Juno, hermana de Vesta, Natura imponente
sobre ella se extiende y la torna su sede.
Vesta como la Tierra: mi cuerpo sea esta tierra
Vesta es el fuego: mi corazón arda con este fuego.
Que yo pueda ser mi propio hogar, mi casa, mi refugio
reencendiendo, día tras día
y manteniendo viva y crepitante
a la Vesta que en mi corazón reside.
El fuego de Vesta ardía en Roma eternamente
que ahora arda en mi corazón ininterrumpidamente,
donde ningún Teodosio asesino
llegará jamás a extinguirlo
hasta que mi voluntad sea la leña
y como Vesta se conserve por los senderos de la vida.
Manuela Simeoni
Traducciòn al español por Luis Abbadie
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